He hecho unas riquísimas galletas este fin de semana para una gran amiga, que ha conseguido su nacionalidad y estaba entusiasmada.
Me ha pedido galletas con la bandera de España y dicho y hecho, aunque he variado la bandera y la he convertido en corazones. Es lo bueno de esta receta, siempre puedes cortar las formas que más te guste siempre que tengas el cortador adecuado, ¡¡y en el mercado hay miles!!
La semana que viene os mostraremos como hacer y teñir la glasa y como pintar vuestras galletas, pero primero hay que aprender a hacerlas.
Esta receta sale riquísima.
INGREDIENTES:
- 300 gr. de mantequilla. Yo la compro sin sal, pues siempre tengo en casa para hacer postres, pero esta receta permite la mantequilla con sal. Sino puedes añadir un poquito, o no, pues yo no lo hago y salen muy buenas. La sal solo marca más el sabor, por lo que si lo vas a decorar con glasa no hace falta, pero sino es recomendable un poquito de sal, pero solo una pizquita :)
- 200 gr. de azúcar blanca.
- 2 huevos.
- 500 gr. de harina. (aproximadamente, pues casi siempre hecho un poco más, ya os iré explicando como y cuando lo hecho).
- 1 cucharada de esencia de vainilla.
PREPARACIÓN:
Sacamos la mantequilla de la nevera, como una hora antes, para que esté blandita.
Un truco si se nos olvida es meterla unos segundos en el microondas, pero intentar evitarlo pues correís el riesgo de que se deshaga más de la cuenta y afecte a la masa.
Batimos la mantequilla, y vamos echando el azúcar poco a poco integrandola bien.
Agregamos los huevos, uno a uno, sin dejar de batir.
Echamos la esencia de vainilla a nuestra mezcla mientras batimos.
Es momento de echar la harina. Este es delicado, pues al principio vas echando mientras bates y se va integrando bien, más o menos hasta que echamos la mitad, pero cuanto más harina echamos más espeso se va quedando, llegando un momento en que tendremos que continuar añadiendo la harina y amasando a mano.
Recordar, siempre las manos higiénicas y la cocina igual, pues amasaremos en la encimera y debe estar bien limpio y sin gérmenes.
Para amasar echaremos en la encimera un poco de harina, e iremos añadiendo la masa poco a poco según amasamos, como si fuera pan, aplastando de alante a atrás, haciendo bola y volviendo a amasar. Aquí quizás tengamos que echar un poquito más de harina que la marcada en la receta, además de la que hemos echado en la encimera. La masa estará a punto cuando no se nos quede pegado en las manos, pero no esté tan duro que no nos deje seguir amasando.
Haremos una bolita con la masa y lo partimos en dos. Lo metemos en dos film transparente y lo dejamos en la nevera de media hora a una hora. Esto nos servirá para que nuestra masa luego no pierda la forma del cortador.
Sacamos nuestra masa de la nevera y la extendemos con un rodillo. Al extender hay que intentar dejar todos los lados iguales. Para ello podemos utilizar unas guias, o a ojo con cuidado de hacerlo bien, teniendo en cuenta que debe quedar uniforme y no dejarlo ni muy gordo ni muy fino, pues en el horno aumentan de tamaño ligeramente. El tamaño correcto es aproximadamente de medio centimetro de espesor.
Precalentamos el horno a 180 grados.
Es momento de cortar la galleta con el cortador que tengamos, y dejarlas en la bandeja del horno, con papel de horno debajo siempre. Colocamos las galletas con cuidado, pues la masa sigue siendo blandita. Podemos ayudarnos de un cuchillo o alguna herramienta de cocina plana y fina tipo pala.
No debemos dejar las galletas muy juntas, pues como os he dicho, aumentan un poquito y si se nos juntan podemos tener una galleta gigante sin forma definida, ¡igual de rica pero más fea!
Metemos las galletas en el horno, aproximadamente unos 15 minutos (yo las pongo 17 porque mi horno es así). Estarán listas cuando tengan los bordes ligeramente dorados y el interior más blanquito, pues sino se os harán demasiado.
Salen muchas galletas con esta receta (unos 50, dependiendo del tamaño del cortador), por lo que quizá tengas que hacer varias hornadas.
Una vez sacadas del horno dejar en una rejilla para que se enfrien poco a poco, y cuando estén frias poner en papel de horno o de cocina, listas para decorar.
¡¡Ya tenemos nuestras galletas!!
Podemos comerlas así, o decorarlas con glasa, fondant...
En el próximo post os enseñamos a decorar con glasa nivel básico (delineado, relleno, wet on wet), y más adelante os iremos enseñando técnicas y trucos para decorarlas.
¡¡A disfrutar esas galletas!!
Nos encantará saber como os han quedado, y las dudas o problemillas que os hayan surgido.
Irene.
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